El
Diablo en el Espejo
Aprovechando
las fiestas navideñas, unos amigos quedaron para compartir una noche
de
alcohol y risas en el bosque...
alcohol y risas en el bosque...
Como
suele ser habitual en este tipo de reuniones, los muchachos empezaron
a contar
historias de terror y algunas leyendas que conocían. Algunos de ellos escuchaban
aterrorizados los escalofriantes relatos que allí se exponían, pero la mayoría del grupo, que
ya llevaba un par de copas de más, aprovechaban para bromear y tratar de asustar con un
grito o saltando sobre los demás cada vez que había una pausa en la narración...
historias de terror y algunas leyendas que conocían. Algunos de ellos escuchaban
aterrorizados los escalofriantes relatos que allí se exponían, pero la mayoría del grupo, que
ya llevaba un par de copas de más, aprovechaban para bromear y tratar de asustar con un
grito o saltando sobre los demás cada vez que había una pausa en la narración...
Sin
embargo, cuando Alberto comenzó a contar su "cuento" todos
se quedaron como
petrificados, decía así...
petrificados, decía así...
-
En Nochebuena, justamente al dar la medianoche, el Diablo se pasa a
hacer su inspección
en la Tierra, la única que hace al año, así que si queremos verle tiene que ser ese día y a esa
hora. Ves al baño (es el lugar más adecuado para realizar este conjuro), cierra la puerta,
prepara 12 velas negras, enciéndelas, apaga la luz y sitúate dentro de ese círculo... enfrente
del espejo.
en la Tierra, la única que hace al año, así que si queremos verle tiene que ser ese día y a esa
hora. Ves al baño (es el lugar más adecuado para realizar este conjuro), cierra la puerta,
prepara 12 velas negras, enciéndelas, apaga la luz y sitúate dentro de ese círculo... enfrente
del espejo.
Cuando quede poco para que sean las 12 de la noche... cierra los ojos, y mantenlos cerrados
hasta que quede sólo una campanada de la docena que deben sonar. En ese momento, y sólo
durante un segundo escaso, el Diablo se aparecerá, y podrás verlo a través del cristal de
dicho espejo...
Tras
terminar su historia, todos quedaron callados, nadie sabía que
decir. Los hasta entonces
envalentonados muchachos, estaban realmente asustados, sabían que con los lóbregos seres
de la Obscuridad no se debe bromear, y la figura del Anticristo siempre ha sido una de las
más temidas desde el comienzo de la humanidad.
envalentonados muchachos, estaban realmente asustados, sabían que con los lóbregos seres
de la Obscuridad no se debe bromear, y la figura del Anticristo siempre ha sido una de las
más temidas desde el comienzo de la humanidad.
Pero
para Pablo era el momento perfecto para hacerse el machito, siempre
había sido un
segundón en el grupo y nadie le tomaba en cuenta, por lo que aprovechó para hacerse el
valiente...
segundón en el grupo y nadie le tomaba en cuenta, por lo que aprovechó para hacerse el
valiente...
-
¡Eso es mentira, y yo te lo puedo demostrar cuando quieras!.
Todos
se giraron a mirarle, y rápidamente Alberto le respondió...
-
¿Si tan valiente eres por qué no lo probamos?. Dentro de un par de
días será Nochebuena,
yo mismo pongo las velas.
yo mismo pongo las velas.
Pero si te echas atrás te las tendrás que comer delante de todos en Año Nuevo.
-Ok,
pero si lo hago y te demuestro lo contrario ¡Quién se comerá las
velas serás tú, por
bocazas!
bocazas!
El
grupo se rió, y pasados unos minutos todo parecía haber quedado
olvidado, pero para
Alberto eso había sido un desafío a su autoridad. Como líder que era de todos ellos, eso no
podía quedar así. Por lo que un par de días después se presentó en casa de Pablo con una
bolsa que contenía las doce velas negras, una biblia satánica que le había prestado un amigo
gótico de su hermana, un Pentagrama con la cabeza de un carnero y una cámara capaz de
grabar en la oscuridad que su padre guardaba en un armario como si fuera un tesoro.
Alberto eso había sido un desafío a su autoridad. Como líder que era de todos ellos, eso no
podía quedar así. Por lo que un par de días después se presentó en casa de Pablo con una
bolsa que contenía las doce velas negras, una biblia satánica que le había prestado un amigo
gótico de su hermana, un Pentagrama con la cabeza de un carnero y una cámara capaz de
grabar en la oscuridad que su padre guardaba en un armario como si fuera un tesoro.
Su intención era que cuando Pablo viera toda la "parafernalia" del Ritual de Invocación, se
echara atrás y le pidiera disculpas, pero lo que no se esperaba es que el chico, reafirmado en
su intención de hacer que se comiera las velas frente a todos en la fiesta de Año Nuevo,
empezara a bromear sobre el tamaño de éstas...
- ¿Qué pasa Alberto, es que no las había más grandes?. ¿Tanto miedo te da tragártelas
delante del grupo y has traído velas de cumpleaños?
-
Tú tranquilo Pablito, que cuando te cagues del susto al menos las
llamas ocultarán el olor.
Alberto
entró en la casa de Pablo y sin dirigirle ni una mirada, se metió
en el baño de su
habitación.
habitación.
Tal
y como había visto en varias páginas de invocaciones que había
encontrado en internet,
colocó cinco de las velas en cada una de las puntas del Pentagrama, cuatro de ellas a los lados
del espejo, y las tres restantes junto a la biblia satánica que intencionadamente dejó abierta
por una página en la que había una especie de Ritual.
colocó cinco de las velas en cada una de las puntas del Pentagrama, cuatro de ellas a los lados
del espejo, y las tres restantes junto a la biblia satánica que intencionadamente dejó abierta
por una página en la que había una especie de Ritual.
La
escena de ese cuarto de baño, con ese Pentagrama, iluminado
únicamente por la luz de las
velas, era digno de una película de terror, y Pablo, a pesar de querer hacerse el valiente,
sintió como se le encogía el estómago al pensar que tenía que entrar solo para realizar la
ceremonia.
velas, era digno de una película de terror, y Pablo, a pesar de querer hacerse el valiente,
sintió como se le encogía el estómago al pensar que tenía que entrar solo para realizar la
ceremonia.
-
Bueno chaval, hasta aquí me puedo quedar contigo yo -dijo Alberto
con voz socarrona-. Por
si te echas atrás en el último momento y abres los ojos antes de tiempo, he colocado una
cámara de vídeo. ¡Mucha suerte, espero que la leyenda no sea cierta porque de lo contrario
no creo que lo cuentes! -dijo, intentando darle aún más miedo-. Yo te espero aquí fuera por
si te da por salir corriendo...
si te echas atrás en el último momento y abres los ojos antes de tiempo, he colocado una
cámara de vídeo. ¡Mucha suerte, espero que la leyenda no sea cierta porque de lo contrario
no creo que lo cuentes! -dijo, intentando darle aún más miedo-. Yo te espero aquí fuera por
si te da por salir corriendo...
Pablo
se encontraba dentro del baño con la luz apagada, faltaba menos de
un minuto y ya
sentía como las gotas de sudor le caían por la frente. Una cosa es hacerse el chulito delante
de todo el mundo, y otra, encontrarse con ese escenario aterrador y disponerse a invocar al
mismísimo Diablo por una apuesta.
sentía como las gotas de sudor le caían por la frente. Una cosa es hacerse el chulito delante
de todo el mundo, y otra, encontrarse con ese escenario aterrador y disponerse a invocar al
mismísimo Diablo por una apuesta.
Sin embargo reunió todas sus fuerzas para no salir disparado de allí, y cuando Alberto le
avisó cerró los ojos. Pocos segundos después escuchó la primera campanada del reloj que
tenían sus padres en el salón, entre el miedo que tenía y el silencio que reinaba en la casa,
cada una de ellas le parecía que sonara cada vez más lenta. Al tener los ojos cerrados no
percibió que con cada campanada se apagaba una vela, como si el demonio estuviera
consumiendo cada una de ellas al ritmo necesario para que se fueran apagando
simultáneamente a cada uno de los "clang" del reloj. Al sonar la número once, abrió los ojos…
Alberto,
al otro lado de la puerta del baño esperaba que Pablo se echara
atrás y saliera en
cualquier momento, pero tras sonar la última campanada todo quedó en silencio. Llamó a su
"amigo", pero no obtuvo respuesta, ya había transcurrido más de un minuto y no salía, así
que decidió entrar...
cualquier momento, pero tras sonar la última campanada todo quedó en silencio. Llamó a su
"amigo", pero no obtuvo respuesta, ya había transcurrido más de un minuto y no salía, así
que decidió entrar...
Todo estaba oscuro y sólo se escuchaba una respiración ahogada en el suelo, un fuerte olor a
azufre inundaba el lugar, entonces sintió que algo iba mal. Encendió la luz y se encontró al
muchacho con la cara totalmente desencajada por el miedo, mientras se llevaba fuertemente
la mano al pecho.
Del mismo terror había sufrido un ataque al corazón, y lo único que alcazaba a decir era...
-Lo
he visto, lo he visto.
Al
llegar al hospital los médicos no salían de su asombro, el corazón
parecía estar bien, no
obstante, el chico se encontraba en shock, y sólo acertaba a repetir una y otra vez que "lo
había visto".
obstante, el chico se encontraba en shock, y sólo acertaba a repetir una y otra vez que "lo
había visto".
Días después salió del hospital, ya perfectamente recuperado, al menos físicamente, ya que
nunca volvió a ser el mismo. Se convirtió en una persona asustadiza y retraída que
frecuentemente se quedaba pensativo y en silencio a mitad de una conversación.
Alberto
por su parte nunca se atrevió a ver lo que contenía la cinta, y
decidió tirarla a la
basura junto a los objetos que se habían usado en la invocación.
basura junto a los objetos que se habían usado en la invocación.
Quien
sabe si algún día alguien la encontrará y podrá presenciar que
fue lo que vio Pablo
antes de que se apagara la última
antes de que se apagara la última
vela. De todas formas, él sabe que volverá a ver al Diablo el día que muera, ya que Éste
vendrá a reclamar su alma en
persona.
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