A veces uno tiene la tendencia a exagerar o a mentir en partes para
que la historia sea real, pero en mi caso cuando leas parecerá absurdo… pero
realmente sucedió. Cuidaba de un ser espectral en el sótano que solo
quería atraparme. Todo sucedió cuando entre a la casa de los Brítos, para
cuidársela, por que ellos tenían que viajar hacia Europa, acepte,
no tenia nada en mi vida, por motivo de un corralón bancario hace 13 años, era
lustrabotas y Britos era un cliente que me contaba siempre sus grande empresas
y de su hermosa familia, me tenia demasiada confianza, así que un día me ofreció
de cuidarle la casa, todo estaba mi disposición -pero de ninguna manera, podía
ni siquiera asomarme por la puerta del sótano- dijo- la casa es tuya, menos el
sótano -
Hace cuatro días y tres noches que estoy viviendo como un rey, el señor Britos
me dio una suma de dinero, aparte de mi pago claro, hasta que esa noche me dirijia hacia el
lavarropa que se ubicaba pegado a la puerta del sótano, metí mi ropa
sucia, afuera se escuchaba una jauría de perros aullando como si recibieran a
la tormenta para que se lleve los cadáveres enredados en sus soplidos, molestaban mucho, aullaban sin parar hasta que en un momento, embarco el
silencio, fui a la cocina a buscar una fruta y volví, cuando estaba por sacar la ropa, un despertar de susto hizo que se me
callera la fruta al piso, me acerque y comenzo un rasqueteo sin parar
detrás de la puerta, en un momento pensé que se metió un ladrón, intente abrir
la puerta pero estaba cerrado con llave, el ruido perforaba mis nervios,
luego me tranquilice, cuando me imagine que a lo mejor era uno de los perros que no se como pero entro y ahora tal vez quiera salir y no puede, pensaba buscar la
llave pero le di mi promesa al señor Britos que no iba a entrar al sótano, por
ningún motivo asi que decidí no hacerle caso -si quería salir, que salga por donde
vino-. A las dos horas regrese a buscar la ropa y de pronto me quede quieto, la
fruta que habia quedado tirada, ya no estaba, solo la cáscara, el
perro entro pense revise la puerta y nada, estaba como la deje, no habia ni un
hueco, ni un esfuerzo de una marca , la puerta estaba bien cerrada tome la
escoba y revise toda la casa, no habia rastros de nada o nadie, -pero– pensé -¿quien tomo la fruta? - de pronto una voz fría se inhalo en mis oídos - te
atrapare... te atrapare- alguien se habia metido en la casa. Tome
un cuchillo, entre al dormitorio una cripta como siempre la dejo, fui a la cocina y la única compañía eran algunas cucarachas detrás
de la heladera, mientras otra vez se escucho la voz - te atrapare... te
atrapare- volví a la puerta del sótano y ahí estaba pegada a la pared algo que escuchaba o visto en la tele, no era una sombra de un mueble, munca me hiba imaginar encontrar algo asi, era una niña desnutrida buscando de
comer, me acerque pero al paso la figura se desvanecía,
retrocedía y ella volvía, no reaccionaba, tendria que salir huyendo
espantado, pero esa imagen me llenaba de ternura y compasión, fui a la cocina
prepare un plato de guiso y lo deje en el suelo ella me miraba con su voz
espectral, que no paraba de decir -te atrapare... te atrapare- en su
alrededor habia una campana con pequeños seres negros que lustraba el dorado
universo, me senté en un cajón y espere pero ella no paraba de decir -te atrapare...
te atrapare-. Pero no sabía que hacer por que tenía miedo por sentirlas pero a
la vez pensé, si tal vez era parte del cuidado de la casa por que lo tenía prohibido, entonces me fui al comedor, encendí
un cigarro, cuando termine, volvi. El plato vacío y la voz ya se habia
cesado y me fui a dormir.
A la Mañana
siguiente desperté y me dirigí hacia la puerta y no habia nada, me rei -debe
ser un disparate- me decia a si mismo, comencé a preguntar a través de la puerta -
¿quien sos?, ¿de donde sos? ¿por que me dices esas palabras?. no se oía ninguna
respuesta, saque de mi bolsillo un caramelo y se lo arroje debajo de la puerta, de pronto
debajo de la puerta la misma respuesta pero deslizo una fotografía antigua, estaba asustado, no lo
niego, pero ese ser me inspiraba confianza, la tome, al mirar el retrato la vi. junto con dos personas
adultas, debieron ser los padres o algo así, a la noche, como las diez y media
fui hacia la puerta y de pronto la imagen apareció pero ahora era una
adolescente, la voz regreso - te atrapare... te atrapare- sentí un espanto por
que esos pequeños seres ahora eran mas grandes limpiando la campana, corriendo
fui por un plato de guiso y lo deje en la puerta, sus ojos un témpano de fuego
de gracias llovía en la habitación, me atraía pero ella se alejaba cuando me
acercaba, deje el lugar quise hablar pero sus lagrimas me llevaron hacia
una oscuridad lleno de paz. Ahora lo entendí, ella no me iba atrapar, ella me
hablaba de esa manera pero para cuidarla, volví hacia la habitación y
solo se encontraba la puerta con el plato vacío, se me caía lagrimas por
no verla y al entrar al comedor se escucho otra vez su voz - te atrapare... te
atrapare, corrí para poder verla, ahora era una mujer bella como las
cascadas, de pronto sentí que era la noche y ella las estrellas que
acariciaban todo mi cuerpo, estaba muy contento, estiro sus brazos, de pronto
me volví loco, se escuchaba un golpe a la puerta me estaban invitando a entrar,
rompería mi juramento, pero ella me llamaba con su mirada infernal, no aguantaba mas salí
corriendo, tome la llave y abrí la puerta del sótano, baje con una linterna
alrededor una niebla que me cegaba por completo y solo era guiado por mi
instinto, pero no encontré nada fuera de lo común, ¡que entupido! era solo mi
imaginación. Subí las escaleras, cerré la puerta nuevamente y sin darme vuelta,
en un espejo la vi... Ella estaba detrás mío toda completamente putrefacta con
dos colmillos afilados y estaba pasando la lengua agusanada por sus
labios y su voz, no paraba de decir... ¡te atrapare...te
atrape!