Otra historia trágica de amor. La protagonista esta vez es una joven llamada Beatriz., hija de un rico español llamado Gonzalo Espinosa de Guevara. Se dice que la chica era muy bella y tenía miles de pretendientes; uno de ellos era un noble italiano, Martín de Seópolli, quien estaba tan enamorado de ella que mandó matar a todo hombre que se le acercara.
Beatriz, acongojada por todas las muertes que su
belleza causaba, decidió llevar a su recámara un brasero encendido
en el que hundió su rostro para desfigurarlo; los gritos alertaron a
la gente que corrió a ayudarle sin poder hacer algo al respecto.
Martín, al enterarse de lo que había hecho la joven, le confesó
que la amaba por quien era en el interior y no sól por su belleza.
Beatriz decidió casarse con él y llevó desde entonces un velo que
le cubría el rostro.
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