miércoles, 11 de julio de 2018

Vampire Destroy







María
Era de noche, Rubén baja de su auto y se acomoda el saco. Abre la puerta de su casa, entra. Enciende la luz del comedor, sorprendido mira todos los muebles desparramados, los dos veladores, los libros de la biblioteca, el televisor, tirados en el suelo, las cortinas rotas, los sillas y los sillones dados vuelta. Rubén no entendía nada, estaba preocupado y comenzó a llamar a los gritos a su esposa, - ¡María, María, dónde estás, María!
En toda la casa se cernía un olor nauseabundo, de la nada todo se había tornado de un aspecto lúgubre. De pronto, las paredes empezaron a chorrear sangre. Rubén, en su búsqueda pasa por la cocina donde encuentra a su perro, un caniche blanco, al cual adoraban y que ahora yacía en el piso acuchillado. En ese momento sintió una pena muy grande y su preocupación iba en aumento – ¡María, María, dónde estás, María!
Llega hasta la escalera que conduce a la habitación del matrimonio, mientras va subiendo comenzó a sentirse fatigado, las piernas le pesaban toneladas pero aun así llego a la habitación. Cuando abrió la puerta una especie de humo negro lo rodeaba todo, hasta que en un segundo desaparece. Y ahí, es cuando ve a su esposa extendida sobre la cama, se abalanzó sobre ella - ¿Mi querida María cómo estás? Ella no respondía, parecía adormecida, no había manera de despertarla; de repente abre los ojos de forma sobresaltada y saca de entre las sábanas un cuchillo largo y filoso que todavía conservaba la sangre ya seca de su mascota.
Los ojos de María estaban rojos, su cara deformada, su piel verdosa, enfurecida. Rubén no la podía reconocer - ¡María, María! Gritaba su esposo. Ella lo empuja afuera de la cama con una fuerza demencial, cae al piso, ella se le acerca con el cuchillo en alto y le habla en un idioma desconocido. Rubén estaba aterrado, ella se lanza sobre él tratando de matarlo con el cuchillo. Comenzaron a forcejear pero la fuerza física de María en ese momento era superior, siguieron así hasta llegar al borde de la escalera. Se detienen los dos.
Rubén mira los ojos rojísimos y enfurecidos de María que lo vuelve a atacar. Caen rodando por la escalera. Después de estar inconsciente por un rato, Rubén se reincorpora y ve a su lado a María, con el cuchillo clavado en su pecho. La miró y observo como su rostro había vuelto a la normalidad.
Después de este suceso Rubén decidió ir a vivir lejos de la ciudad. Pasado tres meses había recordado que su mujer le había hablado de su participación en una secta satánica pero él no le había dado importancia, igual ya era tarde.
Al poco tiempo Rubén, muere en un extraño accidente doméstico.

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