El asesino-Cuento
Me está persiguiendo, lo presiento. Sé que anda tras de mí y mi bebé.
Nos persigue a ambos; ya lo hizo con mi anterior
bebé y no paró de acosarnos hasta que logró asesinar a mi
chiquito….¡OH DIOS,QUE NO SUCEDA DE NUEVO!
Debo ser fuerte, secar las lágrimas y seguir
escapando. A éste lo protegeré más que al anterior, no
permitiré que las malvadas manos del asesino lo toquen. Es mi
hijo, es mi sangre, mi carne, es mi única esperanza de dejar
una impronta en este mundo. No, está vez juro que no lo tocará.
Todavía no me vio. –SHHH pequeño, no
llores o nos descubrirá…
Sé que está escondido, agazapado entre las
sombras; esperando a saltar cual un felino acecha a su
víctima. Pero esta vez no logrará su cometido.
Si pudiera llegar hasta aquel pasillo…pasar
inadvertida ante sus vigilantes que le obedecen fielmente.
Ahora, voy corriendo; mi niño no llora, mejor
aún.
Llegué al pasillo… ¡Gracias, Dios. No me ha
visto su leal sirviente.
Falta muy poco para que pueda llegar a la
libertad y buscar ayuda; esta vez no me atrapará como la
anterior. Estoy decidida a todo, mi hijo crecerá a mi lado y
seremos felices.
¡OH NO! Me ha visto. Debo correr con todas mis
fuerzas.
Aguanta pequeño, aguanta por favor.
Mi niño me mira con sus bellos ojitos bañados
en lágrimas; es tan indefenso, tan bello. Me resulta increíble
que alguien quiera dañarlo. ¿Qué mal puede hacer esta
criatura? ¿Por qué su vida es una amenaza para alguien?
¿Quién puede ser tan miserable para asesinar esta maravilla
de Dios?.
Sí, hay alguien: Él. Ese maldito asesino que
odia a los bebés –al menos a los míos- esa porquería de
ser que es capaz de destruir una vida
indefensa como ésta, sólo para satisfacer sus propios instintos.
Corro, corro cuanto y como puedo, abrazando
contra mi pecho a este inocente ser. Las fuerzas empiezan a
abandonarme pero no cejaré en mi intento de escapar. Debo
buscar ayuda…. Estoy tan cerca; no quiero mirar atrás, sé queme
sigue.
¡BASTA! Estoy decidida a luchar; no puedo llegar
con mi bebé a la salida.
Descansa en el suelo pequeño, escondido te
dejo.Ahora yo voy a convertirme en cazadora, lo esperaré y lo mataré
con mis propias manos si es necesario.
Vigilo…allí viene, siento su jadeante
respiración…
No me ve y yo salgo de mi escondite. Lo ataco con
furia, con desesperación, con locura. Debo vengar la muerte de mi
anterior pequeño, debo exterminarlo para que no toque a mi
niño ni a ninguno más.
Su sangre me salpica la cara y el cuerpo, no me
interesa…Sé que se extingue, lo estoy asesinando; ahora yo
soy la asesina.¡¡¡Muere, bastardo. Muere!!!
--¡Saquen a esta mujer de aquí y llévenla a
enfermería de inmediato!
--Doctor, disculpe. Yo estaba en el pasillo
pero no sé cómo pasó sin que la viese.
--Ya he dicho que esta mujer debe estar
confinada a su habitación. Su historial dice que ha quedado
traumatizada debido a un aborto que se realizó. ¡Ah! Levanten
los trozos del espejo roto, no sea cosa que alguien más se
lastime.
*De "Cuentos para no dormir" 2009
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