Has entrado a la biblioteca del Ciclope donde guarda cada libro de monstruos, vampiros, locuras, asesinos, y demás seres que hallas conocidos en los genios de la literatura del terror, misterio y suspensos, ¿pensate que has leído todo? jajaja acompáñenme…
You've come to the library of Cyclops, where you keep every book of monsters, vampires, follies, murderers, and other beings find yourself known in the literary geniuses of terror, mystery and suspense,? pensate that you have read it? join me ... lol
Detrás de esta puerta secreta, se encuentra unas escaleras, y debajo esta la biblioteca de los libros vivos, nadie se atrevió a bajar es un lugar lleno de temor solo yo puedo bajar, ahí hay libros que se han olvidados por el transcurso de los años, solo se los menciona por simple comentarios, pero nunca mas sean vuelto a leer, eso genero que sus personajes cobren vida y conversan entre si allá abajo.Escuchas eso son gruñidos hoy serán los primeros en acompañarme, tomen una antorcha, bajemos, esta oscuro y húmedo jajaja miren ahí esta saliendo un libro que esta a punto de leerles…
Behind the secret door is a staircase, and below this the library of living books, no one dared to go down is a fearful place I can only go down, there are books that have been forgotten over the course of the years , mentions only the simple quote, but never more have been reading, that genre that his characters come to life and talk to each other down there.Hear that are grunts today will be the first to join me, take a torch, go down this dark and damp this out there lol look at a book that is about to read
Richard Marsh (12 de octubre de 1857 - 9 de agosto de 1915) fue el seudónimo del autor inglés nacido Richard Bernard Heldmann . .Richard Bernard Heldmann nació el 12 de octubre de 1857, en el norte de Londres, para encadenar al comerciante Joseph Heldmann (1827-96) y Emma Marsh (1830-1911), hija de un fabricante de encajes. Heldmann comenzó a publicar ficción durante 1880, en forma de historias de aventuras y escuela de niños para publicaciones de revistas. El más importante de ellos fue Union Jack , una revista semanal de niños de calidad asociada con los autores GA Henty (1832-1902) yWHG Kingston (1814-80). Henty promovió al joven Heldmann al puesto de coeditor en octubre de 1882, pero la asociación de Heldmann con la publicación terminó abruptamente en junio de 1883. Después de esto, Bernard Heldmann no publicó más ficción bajo ese nombre, y comenzó a usar el seudónimo "Richard Marsh" unos años más tarde.
Durante mucho tiempo, las razones del final de la relación comercial de Heldmann con Henty y su adopción de un seudónimo fueron un misterio, y algunos estudiosos sugirieron que Heldmann estaba ansioso por ocultar los orígenes germano-judíos de su padre. Recientemente se descubrió que, de hecho, Heldmann había sido condenado a 18 meses de trabajos forzados en abril de 1884 por emitir una serie de cheques falsificados en Gran Bretaña y Francia durante 1883.Heldmann adoptó su seudónimo al ser liberado de la cárcel y las ficciones por "Richard Marsh" comenzó a aparecer en publicaciones literarias durante 1888, con dos novelas que se publicaron en 1893. Marsh escribió y publicó prolíficamente durante la década de 1890 y los primeros años del siglo XX. Murió de una enfermedad cardíaca en Haywards Heath en Sussex el 9 de agosto de 1915. Varias de sus novelas se publicaron póstumamente.
Esta novela de 1897, contemporánea de Drácula y a la que desbancó en éxito y ventas en la época, es una joyita injustamente olvidada en el panorama editorial en español (esperemos que por poco tiempo). La mezcla de géneros de las que echa mano su autor, Richard Marsh (1857–1915), la habrían convertido en un clásico cinematográfico de haberse rodado una versión fílmica en los años 30: terror, comedia romántica y de enredo, y misterio, con pinceladas de aventura de regusto oriental y exótico en el Londres victoriano.“El escarabajo” (The Beetle) se divide en cuatro partes que, a su vez, son narradas en primera persona por cuatro personajes distintos:
"No sabía en qué dirección estaba andando. Me sentía como un hombre que vola través de los acontecimientos fantasmagóricos de un sueño, sin saber cómo ni dónde. Me precipité por lo que supuse fuese un ancho pasillo, cruzando una puerta al final de la cual, imagino, había un salón. Me lancé a través de la habitación, atropelladamente, tirando en la oscuridad invisibles objetos del mobiliario, a veces conmigo encima, a veces debajo de ellos. Cada vez que caía, rápidamente me ponía otra vez de pie, hasta que choqué contra una ventana que estaba oculta por cortinas. No habría resultado extraño si la hubiese atravesado de un golpe, pero me salvé de esta. Apartando las cortinas, busqué el pestillo de la ventana. Era un alto ventanal francés que se extendía, por lo que pude juzgar, desde el suelo hasta el techo. Cuando conseguí abrirla salí a través de ella a la galería en el exterior, sólo para descubrir que me encontraba encima del pórtico que, sin éxito, había intentado trepar desde el suelo. (The Beetle, p. 45; traducción de Couto)".
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