Sus palabras taladran mis oídos. Aún me parece escucharlo diciéndome que soy estéril, que soy desierto inhóspito, que nada puede florecer en mí, que no tengo vida interior.
¿Qué
sabe de mi alma? ¿Cómo puede vislumbrar lo que mi corazón
siente?¿Cómo se atreve a creer siquiera que no tengo sentimientos,
que no puedo amar?
No
ha llegado a conocerme lo suficiente, ni se ha dado la oportunidad
de aventurarse en mis dominios, de sumergirse en mis
profundidades.
Y
yo, ilusa, le abrí las puertas del alma y lo proveí de una daga
para que me hiriese a diestra y siniestra.
Cómo
pudo siquiera suponer que fuese egoísta, que sólo me importara la
posesión y no el amor; qué todos mis sentimientos
fuesen un capricho.
¿Sólo
por entregarle el corazón para que lo adorara? ¿Sólo por
planificar una vida juntos sin consultarlo? ¿Sólo por pensar
que jamás podría dejarme? ¿Sólo por exigir la incondicional
voluntad de sus días?
No
ha sabido conocerme. Soy más sensible de lo que él suponía. Por
eso debo desterrarlo de mi mente; no vale lo suficiente mi
sufrimiento.
El
cadáver del hombre quedó tendido en la calle, junto al dintel de la
puerta que jamás llegó a abrir.
*De
"Epígrafes propios y ajenos
Foto de Hana Bouchard
Very nice Art !!
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