Microcuentos en la peluquería-cuando uno no sabe qué hacer con el tiempo
I
Acomodó los bucles sobre un costado, tal como le gustaba hacerlo. Sus yemas tocaron el aterciopelado rostro peinándola.
Un mechón con reflejos cayó hacia su derecha. Siempre sucedía cuando las tijeras perforaban la yugular de sus víctimas.
---ºº---
II
I
Acomodó los bucles sobre un costado, tal como le gustaba hacerlo. Sus yemas tocaron el aterciopelado rostro peinándola.
Un mechón con reflejos cayó hacia su derecha. Siempre sucedía cuando las tijeras perforaban la yugular de sus víctimas.
---ºº---
II
¿Y para qué la analogía? Hoy era otra. Única. Indiscutiblemente singular. Sus ojos clavados en los de él reflejaban la individualidad. Que importaba que él amara a otra si al instante de morir, sus pupilas sólo la llevaban a ella…y su revólver.
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