lunes, 15 de octubre de 2018

Lola Cubero

Los grandes poetas son aquellos que saben hacer de sus experiencias el alma viva de sus letras, y cuando el día a día es un tormento, escribir se vuelve entonces una lucha personal, una manera desgarradora de abjurar a todos sus demonios, aunque sea por instantes, sabiendo siempre que más allá del papel, en la vida misma, no existe un punto final que termine con los sufrimientos más que la propia muerte. 

"Edgar Allan Poe está muerto. Él murió en Baltimore el día anterior a ayer. Este anuncio sobrecogerá de gran manera, pero sólo algunos estarán dolidos por esto..."
Este es el inicio del obituario publicado en New York Tribute el 9 de Octubre de 1849, por Rufus Griswold.


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