domingo, 16 de octubre de 2016

Hebdomario



El Doctor Wiltons y El Dia del Monstruo

 



El Doctor Wiltons Nació en Bulgaria en el año 1553, su fascinación por los seres sobrenatural pero especialmente por los monstruos fue por su abuelo un retirado presentador de circo fenómenos por que cada vez que se encontraba en reuniones familiares le contaba historias de circos y se ponía a imaginar la mujer barbuda, como presentaba al hombre lombriz y como se asombraba la gente al ver al hombre come vidrio, toda la tarde se fascinaba que su abuelo le contaba esas historias y siempre le remarcaba que los monstruos realmente existía en cada rincón de la tierra, por las noche terminaba contándole de enorme lagartos de hace miles de años atrás. Gracias esas historias, por el pasar del tiempo Wiltons se convirtió en medico arqueólogo amante de la filosofía e historia, dando clases en hospitales analizando y comparando los huesos humanos con animales y pensó que tenia la misma relación empezó a investigar y como los humanos salía del mono, una tarde de abril de 1578 Wiltons caminaba por e parque hasta que se topo con un circo de fenómenos igual a lo que contaba su abuelo entro para ver las maravilla que podía dar el circo, pero todo cambio al ver una persona del publico le daba de cinturonasos a una niña de tres ojos y cuatro dedos Wiltons se enojo y detuvo al hombre terminando a los puños, hasta que logro echándolo y rescatando a la niña Al otro día en la facultad de medicina los estudiantes empezaron a mirarse de las disparatadas palabras del doctor, él decía que los monstruos existían que eran como nosotros y afirmaba que eran nosotros por que al diferente sacaba la bestia dormida uno, los estudiantes empezaba a abandonar a clase hasta que quedo solo, pero no le importo y empezó a consultar otros libro los de brujerías y empezó a construir un laboratorio en su casa consiguió una pócima su ADN lo transmutaba en planta con energías eléctricas y pócimas hasta que logro lo inevitable vida humanas en una planta con entusiasmo iba en puerta en puerta al municipio al vaticano a todos lado la gente lo trato de loco y se le reía en la cara lo espulzaron de la universidad y en los hospitales sacando el titulo de doctor pero no le importaba ya que dio vida a monstruo con su propia sangre, Un 30 de agosto a la noche despertó asustado por que adentro de su casa se encontró con una muchedumbre que lo sacaron atado su planta lo destruyeron el pueblo de piedras lo envolvieron con plumas y brea y termino desnudo colgado en un árbol en el bosque Ahí empezaron a venir muchos monstruos pequeños y grandes lo desataron y Wiltons de contento con sus pocas fuerza abrazo a uno de ellos agradeciéndoles toda su infancia y adultez pidiéndole que si lo hacia hacer uno de ellos para demostrar a los humanos que existen entonces todos los monstruos lo empezar a comerlo en su honor y prometieron que cada año rían por todo lados a vengarse de el asique cada 30 de agosto cuando veas a un monstruo recuerda al Doctor Wiltons, recuerden el día del monstruo


sábado, 15 de octubre de 2016

Joel Simon Dubé

                                                       La mano de la muerte 



                                                       By - Joe Spadaford


JOKER!! ,;)P

Joe Uriel Escobar‎


Monstruos en la puerta 
estoy hablando solo 
sacudido hasta la médula
quieren ahora 
Yo sé lo que hay en la tienda
estoy temblando 
 No estoy preparado para la sangre derramada
 huelen el miedo
 debería haberlo conseguido listo antes
 Me río de mí mismo
 grito no puede ahora es una guerra
 que son casi
sentandome en el piso 
roto y sangrado
no mas opciones para explorar 
 cosas  desvanecidas
Monstruos en la puerta

Mandragora CLOCK

                                              
                     

                                            Halloween 

    Caín abrió los ojos y esa serpiente comenzó a moverse lentamente, sintió que el sueño lo perturbaba otra vez trato de moverse levemente temía que el animal se le acercara.
Por un instante esta se quedo quieta y curiosamente estaba otra vez pegada en la pared, sintió sed busco las pantuflas para poder ir a la cocina pero voces y gritos detrás de la pared lo hicieron volver hacia la cama ,no podía ser un sueño todo era real, las voces cesaron -
Entro en pánico cuando vio que atravesaban las paredes unas figuras con destellos en todo su cuerpo ,iban y venían, eran enormes y tenían rostros cadavéricos eran capitanes de buque de corsarios... el podía sentir su respiración, y no dejaban de cantar con voces potentes y cavernosas
-por ti iré somos los amos del mar -
Un aroma pestilente emergía lentamente le era repulsivo pero que lo atraía, casi hasta dejarlo como un autómata ,Ahora ya no estaban .Se levanto y fue hasta la pared
Sentía que todavía emanaba un ardor y se había vuelto blanda pero el miedo Lo detuvo .
Después de esa noche todo se mantuvo en calma , estos espectros dejaron de aparecer mientras cenaba junto a su madre ella no dejaba de mirarlo atentamente preguntando que sucedía que estaba tan callado pero el solo esbozaba una mueca porque quien le creería que algo así podía ocurrir en el centro de una ciudad donde los problemas eran otros El tiempo siguió su curso y el continuo con su vida casi olvidando estos sucesos .
Noche de brujas comenzó a decorar la casa y luego a disfrazarse . decidió ir como marino para tomarlo con humor y divertirse de sus alucinaciones y dedicarse tranquilo a decorar la casa como pasaba en todas partes .Fue hasta el “Cuarto de los recuerdos” como lo llamaba su madre y que para el era su lugar de las aventuras, sacando del baúl el traje de su bisabuelo el Capitán Herodias
Fue con otros amigos buscando golosinas y luego de recorrer miles de casas iba con las bolsas llenas. Decidieron sentarse un rato mientras veían como festejaban todos con apariencias horrendos ,comenzaron a hablar de sus trajes cuando le toco su turno el solo dijo:
- Me gustan las historias de mares demoníacos-
A ellos los que mas les sorprendía lo arcaico parecía muy real con sus condecoraciones , donde lo había conseguido pero el no quiso revelarlo .Al regresar a casa sus amigos le pidieron quedarse para poder ver los tesoros que guardaba ya que ya estaban aburriéndose. Los hizo entrar sabiendo que su madre había ido a la fiesta de amigos con su marido y no volverían hasta muy tarde.
Planificando la situación, correrían por la casa jugando a las escondidas ,contarían historias horribles ,verían películas y comerían palomitas de maíz.
A medianoche la luz comenzó a titilar, ruido a pisadas, los muebles comenzaron a temblar pensaron que era algo sin importancia ya que esta como todas las casas antiguas solían mover sus cimientos. Quedaron paralizados observando unas extrañas figuras que venían hacia ellos eran unos esqueletos vestidos de piratas, enormes con ojos de metal que reían y gritaban, los niños no pudieron esconderse porque quedaron atrapados con las garras de ellos, entonces el mas viejo de ellos dijo :
-!AH VEO QUE ESTOS GRUMETES SE HAN ESCAPADO DE NUESTRA NAVE, BUENO AQUI ESTAMOS, SI ESTABAN EXTRAÑANDO EL MAR PRONTO LLEGARAN HACIA
EL !-
En un momento Cain se adelanto ellos susurraron como si fuera un secreto
-! OH! aquí esta el alma de de Herodias has regresado muy bien vamos tu pacto con el señor de las moscas te ha vuelto niño pero eres el mismo y regresaras con nosotros a cumplir tu pacto de honor lucharas en la sangrientas batallas en las tierras de oro y te sacrificaras por nosotros porque tu traición nos condeno a vagar con seres indeseables como son los vivos, debes liberarnos-
Cain recordando las historias que su abuelo solía contarle demostrando cuan tontos son los marinos y sobre todo si son animas le dijo :
-Camaradas he regresado porque no soy cobarde solo mi orgullo me hizo perderme pero ahora me devolvió la cautela, han pasado siglos y no quiero que esto continué haré lo que me corresponde pero dejen libres a estos gusanos que no les servirán -
-Bueno pero tu alma no vale tanto-
-Eso es lo que Uds. creen si los dejan puedo demostrarles como mi poder supera todo -
La casa se volvió un buque enorme antiguo donde todos quedaron atrapados ,era tan real que podían oírse el ruido de las olas y el graznido de algún cuervo , pero Cain se libero y comenzó a romper su traje
La puerta se abrió los pequeños corrieron desesperadamente.,
Los fantasmas con furia comenzaron a dar amenazas , pero desaparecieron junto con el barco
Esa noche Cain sonrió ya que se respiraba tranquilidad y durmió plácidamente.
Al otro día 8 niños habían desaparecido de ese barrio .
Claro, el demonio no permitiría que nadie se burle de el mientras rayos de tormenta tapaba sus risotadas blasfema
En la tumba de Herodias nadie sabe que se halla enterrado Cain .

lunes, 10 de octubre de 2016

Miss Femdom

 

Miss Femdom - Lose your shame

 

Sergio Albarracin



DE VEZ EN CUANDO AQUELLA MORTAJA SE DESNUDABA ANTE MI AGONIA/
                             
                               EL SUDOR ERA ABSORBIDO POR LOS PERROS DE LA NADA/
                                              
                                                    ESA CONCIENCIA DEAMBULABA BAJO UNA ACIDA LLUVIA
                                     
                                          ACOSADA POR EL APATICO VIENTO DE UN AMANECER/
                              
                              EN EL INFINITO UNOS PASOS SE APROXIMABAN
                 
  EL CORAZÒN DELATO EL PANICO QUE ME PERTURBABA
                           
         EN ESE INSTANTE/ DE REPENTE NO PODIA CREER LO QUE MIS                                         OJOS ESTABAN VIENDO / MI CUERPO SE PARALIZO POR COMPLETO/
 
      ERA ELLA... ERA HORA DE PARTIR
 
 
 

sábado, 8 de octubre de 2016

Vicente S. Vachss



VAGABUNDO






Los rayos de la luna llena iluminaban las calles de Georgetown, las farolas 

se confundían con las luces de los portales; y las decoraciones de la Víspera de Todos los Santos. Un grupo de niños recorrían N. Street disfrazados de fantasmas, de brujas y de esqueletos. Era una estampa plácida y tranquila de la vieja América.
Toby, el vagabundo, paseaba inquieto arriba y abajo por las estrechas callejuelas. Desde la noche anterior al día de Halloween había estado agitado e irritable con frecuencia, y se sentía físicamente enfermo… Una adolescente pasó trotando por la calle, y él se volvió hacia ella, torciendo el labio en un gruñido audible. Había estado triste y temeroso todo el mes, pero nunca tan intranquilo como ahora. Blancos rayos de luna penetraron a través de las nubes, y él levantó la cabeza, dejando que la envolviese la fría luz de la luna llena.
Por fin se tumbó en un jergón de cartones, pero no pudo dormir. Le dolía todo el cuerpo y tenía confusa la mente. De pronto se incorporó, y este movimiento le arrancó un gemido de dolor. Gritó y rodó del jergón al suelo.
Al tratar de levantarse, descubrió que había quedado inválido. Descargó inútiles patadas contra el suelo, mientras intentaba agarrarse a algo para levantarse. Los dedos no le obedecían. Chillando de angustia, se arrastró por el suelo hasta detenerse en el charco de lechosa luz de luna proyectado a través de las nubes.
Aquella luz pareció calmarlo y llamarlo al mismo tiempo. La luna llena, un perfecto círculo brillante, lo miró entre jirones de nubes, y él empezó a comprender la causa de su impotencia. El ojo redondo de la luna ―y la hilera de resplandecientes calabazas en los portales―, titilaban alegremente, pareciendo burlarse de su desdicha.
Y así, con la vista fija en lo alto, sin poder hacer otra cosa que aceptar su naturaleza. Toby experimentó el comienzo de su transformación: La piel se rajó y se desprendió de sus brazos y su cara. La roja carne viva desapareció enseguida bajo una tosca capa de pelos de color castaño. Fuertes y afilados colmillos brotaron de sus encías, mientras la cara se contraía por el terrible dolor. Trató de frotarse los ojos con las manos, pero estos apéndices habían desaparecido, sustituidos por unas zarpas rematadas en unas uñas curvas y malignamente afiladas.
Cuando los rayos plateados alcanzaron el cuerpo dolorido y retorcido del vagabundo; Toby completó su transformación. El hombre lobo alzó la voz a la luna, en un largo y vibrante aullido.
Poco a poco, como un fantasma gris, el gran lobo empezó a trotar por las calles, adquiriendo velocidad a medida que recobraba su conciencia…
y el recuerdo del placer de la caza.
Unos niños con máscaras de papel de seda, miraron con ojos festivos a su curioso perseguidor.
Hola, señor… ―saludo uno de ellos― precioso gruñido, muy bonito… de lo más real que haya oído.
Y su máscara ―dijo otro― está perfectamente hecha…
El hombre lobo ganó altura y agarró la cabeza de un niño sin importarle cómo lo iba a destrozar entre sus afiladas garras. Al soltarlo, el cuerpo se desplomó inerte, mientras los otros niños abandonaban la calle gritando. Los gritos eran estridentes y bellos. Era un himno a la gloria de la luna y al poder de sus hijos.
Pero, sobre todo, era un canto de muerte.

Inspirado en la historieta de cómic «Change… Into Something Comfortable» del guionista y dibujante Richard Corben.
Ilustración «Werewolf»
Contacto: www. ibroid.deviantart.com

Gabriel Ollero



La locura sucumbe en las fronteras del amor insano....

Vas a madurar tu interior entre cicatricez sublimes....

.....un espanto mas en la madrugada de tu alma....
 
La imagen puede contener: una persona , primer plano 




Walter Cei




Silvia Balladares


H.P. Lovecraft

LOS GATOS DE ULTHAR

1920

Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar
a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa
ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado.
En Ulthar, antes de que los ciudadanos prohibieran la matanza de los gatos, vivía un viejo
campesino y su esposa, quienes se deleitaban en atrapar y asesinar a los gatos de los
vecinos. Por qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian la voz del gato en la
noche, y les parece mal que los gatos corran furtivamente por patios y jardines al
atardecer. Pero cualquiera fuera la razón, este viejo y su mujer se deleitaban atrapando y matando a cada gato que se acercara a su cabaña; y, a partir de los ruidos que se escuchaban después de anochecer, varios lugareños imaginaban que la manera de asesinarlos era extremadamente peculiar. Pero los aldeanos no discutían estas cosas con el viejo y su mujer; debido a la expresión habitual de sus marchitos rostros, y porque su cabaña era tan pequeña y estaba tan oscuramente escondida bajo unos desparramados robles en un descuidado patio trasero. La verdad era, que por más que los dueños de losgatos odiaran a estas extrañas personas, les temían más; y, en vez de confrontarlos como asesinos brutales, solamente tenían cuidado de que ninguna mascota o ratonero
apreciado, fuera a desviarse hacia la remota cabaña, bajo los oscuros árboles. Cuando por
algún inevitable descuido algún gato era perdido de vista, y se escuchaban ruidos después
del anochecer, el perdedor se lamentaría impotente; o se consolaría agradeciendo al
Destino que no era uno de sus hijos el que de esa manera había desaparecido. Pues la
gente de Ulthar era simple, y no sabía de dónde vinieron todos los gatos.
Un día, una caravana de extraños peregrinos procedentes del Sur entró a las estrechas y
empedradas calles de Ulthar. Oscuros eran aquellos peregrinos, y diferentes a los otros
vagabundos que pasaban por la ciudad dos veces al año. En el mercado vieron la fortuna a
cambio de plata, y compraron alegres cuentas a los mercaderes. Cuál era la tierra de estos
peregrinos, nadie podía decirlo; pero se les vio entregados a extrañas oraciones, y que
habían pintado en los costados de sus carros extrañas figuras, de cuerpos humanos con
cabezas de gatos, águilas, carneros y leones. Y el líder de la caravana llevaba un tocado
con dos cuernos, y un curioso disco entre los cuernos.
En esta singular caravana había un niño pequeño sin padre ni madre, sino con sólo un
gatito negro a quien cuidar. La plaga no había sido generosa con él, mas le había dejado
esta pequeña y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno es muy joven, uno puede encontrar un gran alivio en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta forma, niño, al que la gente oscura llamaba Menes, sonreía más frecuentemente de lo que lloraba mientras se sentaba jugando con su gracioso gatito en los escalones de un carro pintado de manera extraña.
Durante la tercera mañana de estadía de los peregrinos en Ulthar, Menes no pudo
encontrar a su gatito; y mientras sollozaba en voz alta en el mercado, ciertos aldeanos
le contaron del viejo y su mujer, y de los ruidos escuchados por la noche. Y al escuchar esto,
sus sollozos dieron paso a la reflexión, y finalmente a la oración. Estiró sus brazos hacia el
sol y rezó en un idioma que ningún aldeano pudo entender; aunque no se esforzaronmucho en hacerlo, pues su atención fue absorbida por el cielo y por las formas extrañas
que las nubes estaban asumiendo. Esto era muy peculiar, pues mientras el pequeño niño
pronunciaba su petición, parecían formarse arriba las figuras sombrías y nebulosas decosas exóticas; de criaturas híbridas coronadas con discos de costados astados. La naturaleza está llena de ilusiones como esa para impresionar al imaginativo.

Aquella noche los errantes dejaron Ulthar, y no fueron vistos nunca más. Y
los dueños decasa se preocuparon al darse cuenta de que en toda la villa no había ningún gato. De cada hogar el gato familiar había desaparecido; los gatos pequeños y los grandes, negros, grises, rayados, amarillos y blancos. Kranon el Anciano, el burgoma
estre, juró que la gente siniestra se había llevado a los gatos como venganza por la muerte del gatito de Menes, y maldijo a la caravana y al pequeño niño. Pero Nith, el enjuto notario, declaró que el viejo
campesino y su esposa eran probablemente los más sospechosos; pues su odio por los gatos era notorio y, con creces, descarado. Pese a esto, nadie osó quejarse ante la dupla siniestra, a pesar de que Atal, el hijo del posadero, juró que había visto a todos los gatos de Ulthar al atardecer en aquel patio maldito bajo los árboles. Caminaban en círculos lenta y solemnemente alrededor de la cabaña, dos en una línea, como realizando algún rito de las bestias, del que nada se ha oído. Los aldeanos no supieron cuánto creer de un niño tan pequeño; y aunque temían que el malvado par había hechizado a los gatos hacia su muerte, preferían no confrontar al viejo campesino hasta encontrárselo afuera de su oscuro y repelente patio.
De este modo Ulthar se durmió en un infructuoso enfado; y cuando la gente despertó al
amanecer ¡he aquí que cada gato estaba de vuelta en su acostumbrado fogón! Grandes y
pequeños, negros, grises, rayados, amarillos y blancos, ninguno faltaba. Aparecieron muy
brillantes y gordos, y sonoros con ronroneante satisfacción. Los ciudadanos comentaban
unos con otros sobre el suceso, y se maravillaban no poco. Kranon el Anciano nuevamente
insistió en que era la gente siniestra quien se los había llevado, puesto que los gatos no
volvían con vida de la cabaña del viejo y su mujer. Pero todos estuvieron de acuerdo en una cosa: que la negativa de todos los gatos a comer sus porciones de carne o a beber de sus platillos de leche era extremadamente curiosa. Y durante dos días enteros los gatos de
Ulthar, brillantes y lánguidos, no tocaron su comida, sino que solamente dormitaron ante
el fuego o bajo el sol.
Pasó una semana entera antes de que los aldeanos notaran que, en la cabaña bajo los
árboles, no se prendían luces al atardecer. Luego, el enjuto Nith recalcó que nadie había
visto al viejo y a su mujer desde la noche en que los gatos estuvieron fuera. La semana
siguiente, el burgomaestre decidió vencer sus miedos y llamar a la silenciosa morada,
como un asunto del deber, aunque fue cuidadoso de llevar consigo, como testigos, a
Shang, el herrero, y a Thul, el cortador de piedras. Y cuando hubieron echado abajo la
frágil puerta sólo encontraron lo siguiente: dos esqueletos humanos limpiamente
descarnados sobre el suelo de tierra, y una variedad de singulares insectos arrastrándose
por las esquinas sombrías.
Posteriormente hubo mucho que comentar entre los ciudadanos de Ulthar. Zath, el
forense, discutió largamente con Nith, el enjuto notario; y Kranon y Shang y Thul fueron
abrumados con preguntas. Incluso el pequeño Atal, el hijo del posadero, fue
detenidamente interrogado y, como recompensa, le dieron una fruta confitada. Hablaron
del viejo campesino y su esposa, de la caravana de siniestros peregrinos, del pequeño
Menes y de su gatito negro, de la oración de Menes y del cielo durante aquella plegaria,
de los actos de los gatos la noche en que se fue la caravana, o de lo que luego se se encontró en la cabaña bajo los árboles, en aquel repugnante patio.
Y, finalmente, los ciudadanos aprobaron aquella extraordinaria ley, la que es referida por
los mercaderes en Hatheg y discutida por los viajeros en Nir, a saber, que en Ulthar ningún hombre puede matar a un gato.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Luces, Cámaras...Acción

Los estaba esperando, yo ya traje las golosinas insectos mal olientes con sabor a vainilla y mi amigo el verdugo trajo las bebidas olorosas que recolecto en los pozos de alquitrán  jajaja saquen un esqueleto y siéntense que la función ya va a comenzar, pero tardara un poco ya que la momia esta desenredando la cintas jajajaja…  





  I've been waiting, I already insect suit smelly treats vanilla and my friend the executioner brought the drinks fragrant I gather in the tar pits lol sit take out a skeleton and the function is about to begin, but it will take a little since this unraveling the tape mummy lol



El Fantasma de la Opera 



El Señol del mal 



El Paso del Diablo



     Rawhead Rex


20 series de horror


Lola Cubero




"El Castillo de Otranto" (Horace Walpole)

"El Castillo de Otranto" es una novela escrita por Horace Walpole en 1764. Es considerado el texto inaugural de la literatura de terror gótico, iniciando un género literario que llegó a ser extremadamente popular a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
"El Castillo de Otranto" comenzó a forjar el tenebroso imaginario formado por ominosos castillos provistos de lúgubres mazmorras, por una naturaleza sombría y turbulenta, y por sucesos y percances inesperados y escalofriantes.
Escrita de un tirón por Horace Walpole (1717-1797) a raíz de una pesadilla (circunstancia a la que acaso debe la agilidad de su trama), la novela tiene el interés añadido de ser una de las primeras apariciones de lo que luego se llamaría el surrealismo en la literatura.


Cristian Javier Ambrosio






Anoche, en la hora de las sombras
cuando todo es quietud sepulcral,
cavilando en callados horrores,
doce campanadas sentí repicar.

En mi cama, en la casa, en el mundo,
parecía gran calma reinar.
Mas nunca me fié del silencio,
viejo preludio de toda tempestad.

Y una vaga impresión, súbitamente,
de antiguos tormentos los rescoldos avivó.
Poco a poco hizo carne en mi mente
un negro presentimiento que ya no me dejó.

Supe que aquel día era el fijado
por arcanos designios del mal,
que vendría, con su rostro más odiado,
los despojos de mi cuerpo a buscar.

De repente lo oí: imperceptible,
más no para el presagio que había en mí.
Sonidos reptantes, poco audibles,
viscosidad desplazándose, un gemir...

El miedo mordió mi carne trémula,
mientras el mal sin rostro oí avanzar,
lentamente, con vahos putrefactos;
lentamente, pero sin descansar.

Tornóse helado el aire circundante,
y en las tinieblas vagas formas percibí.
Junto a mi lecho, sapos, sierpes, expectantes,
oscuros heraldos del Maligno eran aquí.

Y como ocurre al náufrago que nada
del destino podría ya esperar,
así cobré valor en la hora aciaga
y me dispuse a los abismos enfrentar.

De un salto me adueñé del negro espacio,
cientos de insectos y reptiles aplasté,
y buscando hallé bajo la cama
antiguo cofre que olvidado un día dejé.

Allí, el puñal forjado por los Sabios,
pieza de un arte supraterrenal,
aguardaba desde antiguo ser llamado
a su poder terrible liberar.

Mi mano ya no volvió a ser mía,
en el instante en que instrumento me volví
de una ancestral y prehumana profecía,
que encontraba aquella noche su fin.

Y como se acometen las empresas más odiosas,
que prontamente se quieren terminar,
así me lancé hacia las sombras pavorosas,
presto a morir, mas nunca sin luchar.

Fuera de mi cuarto hallé silencio.
El universo parecía inalterado.
Y una duda asaltó mi pensamiento:
¿y si todo aquello había soñado?...

Pero el puñal en mi mano fue certidumbre
de una fuerza que, ajena a mi razón,
inminente, acechante, se cernía
como una sombra creciendo en derredor.

De pronto lo vi, al menos fugazmente:
indescriptible en su corporeidad,
repulsivo amasijo tremulante,
palpitantes fauces por millar.

Horror parido en el seno de la mugre,
cubierto de llagas que resuman fetidez,
allí lo vi un instante, y luego supe
que mi destino era enfrentarme a ese ser.

Amorfo era, mas no por ello lento.
En un segundo lo tuve sobre mí.
La eternidad cupo en un momento,
mi hora postrera allí mismo presentí.

El dolor lacerante de mi carne
macerada por ácida reacción,
me devolvió al presente un instante,
el suficiente para obrar sin dilación.

Sujeto firmemente en mi mano
el cuchillo ritual tenía aún.
Parecía tener conciencia propia,
mi brazo dirigió con prontitud.

Y dotado de extrañas nuevas fuerzas
asesté un violento embate que dejó
a la horrenda criatura tambaleante,
y de encima de mi cuerpo al fin salió.

Sin dudarlo, acometí de nuevo,
mi victoria inicial me dio el valor.
Y descubrí, horror de los horrores,
que de las sombras otro ser apareció.

Y luego otro, y más allá un tercero,
hasta que tan rodeado yo me vi
de funestos endriagos, que en mi fuero
interior, en el averno me creí.

Cuando se pierde la esperanza, el coraje
toma partido y arremete sin piedad.
Así ocurrió en mi hora más sombría,
que al abismo le gané con un puñal.

Luego de un rato (¿un siglo? ¿Unas horas?),
me hallé en medio de cruenta mortandad.
Masas que fueran demonios palpitantes,
yacían inertes como bultos al azar.

Más cuando ya creía haber vencido
a los crueles ejércitos del mal,
un horror supremo me aguardaba,
burla reservada para el final.

La aurora comenzaba tenuemente
a ganarle espacio a las tinieblas,
poco a poco, inundando el firmamento,
la luz borró de la noche la mueca.

Y allí, me cuesta aun escribirlo,
dispersos, en las poses del final,
no hallé a los seres que hace poco combatiera:
¡Mis familiares ocupaban su lugar!

Y comprendí el alcance del poder
que tiene el mal cuando arrasa sin piedad:
si cumplir su destino se le impide,
forma de vengarse encontrará.

Supe en aquel mismo momento
que la hora era llegada para mí.
Mejor ponerle fin a los tormentos
con el puñal, que una eternidad sufrir.

Esto dejo como todo testamento:
una historia de dolor y de maldad.
Caminante, no te enfrentes a lo eterno
que vive tras las sombras sin final.

El mal tomará el rostro de tu rostro,
la sangre ceniza se volverá.
Y tú estarás maldito para siempre
y ya nada el sortilegio romperá.

Anoche, en la hora de las sombras
cuando todo era quietud sepulcral,
cavilando en callados horrores,
doce campanadas sentí repicar...