Peste Sintomas de un tiempo
La Muerte de la Mascara Roja
Por Mandrágora CLOCK
Peste: enfermedad contagiosa y grave. Mal olor, cualquier cosa mala. Costumbre perniciosa excesiva, abundancia de algunas cosas. Palabra de enojo o amenaza, epidemia derivada del latín pestis. Persona perniciosa o doctrina perniciosa, según el diccionario de la real academia
Durante el siglo
XIV asoló a Europa la llamada peste negra trasmitida
por el bacilo de Yersin. Las ratas lo trajeron de Crimea
durante 1346 en los barcos usados para transportar cereal. La
peste se diseminó por toda Europa, la mortandad fue
terrible y la tercera parte de la población pereció. Se
repitió en períodos –aproximadamente– de 10 años y
su efecto fue reducir sobremanera la población de una Europa
en crecimiento.
Las masas
ignorantes buscaron una víctima propiciatoria para usarla de
chivo expiatorio, encontrándola en los odiados judíos,
acusados de provocar la plaga, según nos cuenta G. Parrinder.
Desde un tiempo
inmemorial el hombre a buscado la oportunidad para revelar y
descifrar el origen mismo de sus padecimientos. Búsqueda
y tan solo búsqueda, el hombre ha desatado todas sus
fantasías y sus temores a través de la superstición,
la interpretación o la justificación. Estando la
ciencia en un estado precario, el hombre a llegado a veces a lo
largo de la historia a tejer sus conjeturas como ley. Así hemos
llegado a los principios mismo de la enfermedad y la curación.
En muchos casos algunos autores nos han dejado su testimonio
sobre el tema.
En la Biblia, el
Apocalipsis: "8- vi aparecer un caballo amarillo,
su jinete llamado muerte y el abismo de la muerte lo sabía, recibió
poder sobre la cuarta parte de la Tierra para matar por medio de
la espada, del hambre, de la peste y de la fiera salvaje".
En otras
civilizaciones la peste es tomada como acción de los dioses
que lo utilizan para demostrar sus sentimientos, como la Ilíada
de Homero, donde el dios Apolo desencadena su ira contra los
aqueos, quiénes le han enviado a petición de su
sacerdote Crices, cuya hija Criseida es raptada. "Jove
caro, valeroso Aquiles. Pues mandas que yo digo porque ahora
destruye con la peste a los aquivos del soberano flechador Apolo".
La peste puede ser
en otros casos la clave que desencadena el final del suicidio de los
personajes Romeo y Julieta de W. Shakespeare: "Fray
Juan: los magistrados de la ciudad nos encontraron a los dos en una
casa que sospecharon estuviese infectada de la peste, temiendo la
propagásemos cerraron las puertas y nos prohibieron la
salida".
También el
autor D. Defoe nos describe con suma atención a la ciudad
apestada de cadáveres, durante la explosión de la peste
bubónica durante el siglo XVIII. "... tenía la
muerte ante los ojos" "A mí se me desgarraba el
corazón de oír tan a menudo los gemidos y gritos de
los que sufrían tales horrores".
Podríamos
seguir enumerando infinidad de textos que mencionan la
problemática sobre la peste: el Decamerón de
Bocaccio, la Peste de Camus, etc. Pero lo más
irremediable y terrible es el conocimiento sobre nuestras
limitaciones frente al dolor y nuestra conciencia sobre la
muerte y el fin. Pero, ¿qué sucede cuando la peste
surge como derrota sobre el orden desde una mirada opuesta que se
opone a cierto mandato que la sociedad nos impone, y sobre el
supuesto ordenamiento de las jerarquías? De esto nos habla
A. Artaud: “... cuando la peste se establece una ciudad se
derrumba, bajo el flagelo las formas sociales se desintegran, el
orden se derrumba, no hay ejército, ni policía, ni
gobierno municipal, no alcanza la leña para quemar a los
cadáveres, los muertos obstruyen la ciudad, la peste
nos manifiesta la crueldad y por ella se localizan todas las
posibilidades perversas del espíritu, el triunfo nos da
fuerzas oscuras pero toda libertad es oscura, hace caer las
máscaras de los hombres, es un mal superior porque es una crisis total".
máscaras de los hombres, es un mal superior porque es una crisis total".
Liberación,
oscuridad, la muerte pone fin al supuesto soporte que rige el mundo,
luz que enturbia y enceguece la mirada, desnuda, exhibe las
manchas, lo brutal de una sociedad basada en supuestas escalas de
valores que esconde su miseria y se precipita al vacío.
Pero allí
llega la tormenta, el ciclón se abre paso para desatar el
caos, el desequilibrio, golpes con acción inmediata,
estallidos. Como una elección del destino, la mentira
nace en los hombres como una gran fuerza sobre un escenario
espectral. La muerte danza llevando su traje de gala sobre la
tierra. De esto nos habla Artaud y de esto nos habla Poe.
En su relato
"La muerte de la máscara roja", que
transcurre en la edad media, vemos una pintura de época
sobre la vida del personaje del Príncipe Prospero durante la
propagación de la peste roja. Se producían agudos
dolores, un súbito desvanecimiento y, después, un
abundante sangrar por los poros y la disolución del ser.
Esta era la descripción de la peste que vagaba entre los
territorios provocando la muerte y la devastación. Frente a
ella Prospero el amo/señor/Dios "Audaz, feliz,
desafiante" y sus vasallos, esclavos, y su castillo/universo
bajo sus pies, fortaleza del Dios–hombre, y en el exterior
otra contendiente: la guerra. "El señor feudal
creaba su castillo como protección contra ataques o
invasiones". C. Cantu explica que dentro de esa barrera,
los muros solían erigirse como símbolo del
señor en épocas del feudalismo. "Mezcla
de barbarie y de libertad, el régimen feudal su...
nombre deriva
de lengua tudesca od (bienes raíces). Este vocablo
precedido de feu (recompensa) produce la voz feod (feudo) (alodio),
era una antigua posesión conferida por un señor a uno
de sus vasallos en recompensa de servicios antiguos".
Este sistema representa la esclavitud de los pueblos ante el
poder de una minoría relacionada con la tierra
“esta constituye la personalidad" es un régimen
de pertenencias sobre los que habitaban sus tierras como
emblema de soberanía. "No había juez, sacerdote
ni rey que su persona"; y en este mundo habita Prospero
relacionado con la época de cortes, costumbres en código
de honor, blasones y de caballeros que crean su propia realidad,
donde la gloria y el sueño habitan entre el frío
de las paredes, las historias y amores y luchas por herencias.
Está la otra realidad: la del vasallo, o la del campesino
despojado de la magnificencia, la comodidad y el lujo en el
desenfreno del señor feudal viviendo sólo entre
códigos de supervivencia, soportando el yugo y una vida
infrahumana, plagado de enfermedades, habitando chozas o en algunos
rincones dentro del castillo. “El castillo
era un símbolo de este poder del más fuerte, del poder
solidario e independiente del valor personal” “Desde la más
tierna infancia el orgullo del padre y la sumisión de los
siervos enseñan al señor que todo le es permitido.
Crece viendo la multitud despreciada y por otro lado un pequeño
número de gente elegida que ejecuta su voluntad, y ellos
crecen ejerciendo la tiranía”.
Allí
Prospero construye su castillo compuesto de 7 cámaras de 7
colores, provisto del mayor lujo jamás visto, tal vez para
alejarse de la muerte. ¿Por qué? Porque es un camino
que le es ajeno; que es la vida. (la perpetuidad, su castillo, ese
mundo poblado de música, baile y entretenimiento que ciegan su
conciencia).
¿Pero
qué es la muerte en realidad? La crudeza, el grito de dolor
ante la evidencia de finitud, límites o límite a la
terminación como castigo, y la peste es el brazo que la corta,
que hace sangrar la herida infectada sobre ese paraíso
gangrenoso que crea la nobleza, la cual organiza una fiesta, y así
se aísla.
“Pero allí
se escucha el reloj de ébano que ponía un eco de
vaticinio al fin".
Un ser
encapuchado, vagando desafiante, vestido de rojo como otro invitado
más; Prospero al verlo trata de detener su paso, pero al sacar
su puñal descubre que es la muerte el fin que lo derriba todo
iniciando el orden de la pureza. "Este era delgado y alto con
fisonomía de cadáver. Se adaptaba a la fisonomía
de la apariencia de la máscara roja". Allí
comienza el otro festín, el de el fin de una clase que se
niega a morir ceñida al cetro de su propia
fuerza, creando un supuesto orden. ¿Pero qué
sucede cuando ese orden es derrotado por otro orden de la naturaleza?
El hombre ha desconocido por distintas razones esa realidad
imponiendo otra realidad, activando el sentimiento ambiguo de
posesión y debilidad. De esto nos habla Poe en forma
simbólica. De la inhumanidad, en la ambición o el
desamor. En esa campanada de...
medianoche
comienza otro relato: el de la cara del abismo pues al tratar de
matar al encapuchado, este desaparece sin dejar rastro; he allí
la metáfora del fin; ser y estar pueden quedar convertidos en
un soplo que todo lo evapora, y el mundo se ha derrumbado.
“Y entonces
reconocieron que la presencia de la muerte roja había llegado
como un ladrón de la noche, uno por uno cayeron los ángeles
libertinos por las salas de orgías inundadas del rocío
sangriento".
Así culmina
su relato Edgar Allan Poe.
En 1964 se filmó
“La muerte de la máscara roja” dirigida por Roger
Corman, casi un artesano que ha...
sido
uno de los que más ha tomado la obra de este autor en su
conjunto. Aquí el director exhibe este poema en prosa
ampliándolo hasta mostrarnos una recreación
profunda sobre el relato de Poe, transformándolo en otra
obra, dándole otros costados que en el cuento no están.
Por ejemplo: la relación de Prospero con el demonio, el
apasionamiento de él por Francesca (una joven del pueblo), la
historia de un enano y una bailarina tomado de otro cuento llamado
Hog Frog, la relación de la muerte con Prospero luego
de que este realizara el baile se topa con ella y en esta ve su
rostro, o la teoría del doble y que en el cuento no
tiene forma, pero al igual que en este ejerce el rol de
vengadora/ángel exterminador al irrumpir en el castillo para
terminar con el mal que unos nobles libertinos ejercen dentro de
los muros, la supuesta protección del demonio que en el
cuento no consta. Escena de la amante/bruja (rito de
iniciación) de Prospero, la morbosidad de
Prospero en la supuesta invulnerabilidad de él frente a
la peste, la prohibición de usar rojo en la fiesta
de disfraces, el dialogo de Prospero con la muerte (su fe, su
creencia en Satanás y su visión casi Nietszcheana
"la muerte no tiene amo, es libre"), unos
encapuchados/ángeles que protegen a los más inocentes
(los enamorados) para que inicien otros mundos junto a la hija de un
campesino lejos de la corrupción de esta Tierra convertida en
un desierto infernal, metáfora del triunfo del bien sobre el
mal, en ella nos narra cómo el tiempo que la peste
ha provocado, en Satanás, el fin del reino y una fiesta
donde celebran la muerte de Dios con su llegada.
A diferencia del cuento, la versión cinematográfica pone punto final a una moraleja de origen cristiano relatada en forma tradicional, a causa de la moral de la época y por otra parte se vuelve comercial, ya que el lenguaje poético del cuento centra la atención de la muerte por la muerte misma y un cierto prejuicio sobre el sentido convencional del mensaje que el filme podría transmitir al público. Igualmente este contiene una hermosa cantidad de imágenes que construye otro lenguaje dentro del habitual discurso cinematográfico de género de horror, además espléndidamente actuado por Vincent Price en el papel de Prospero.
Como idea final me
parece excelente que el cine y literatura se unan para hallar un
medio que llegue al gran público y logre despertar el interés,
en este caso, sobre la obra de Poe, tal vez unos de los mejores
autores del siglo XIX.
Este ensayo fue extraido en Lafarium año 2004
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