domingo, 20 de marzo de 2016
La biblioteca de los libros vivos por El doctor CLOCK
Has
entrado a la biblioteca del Ciclope donde guarda cada libro de
monstruos, vampiros, locuras, asesinos, y demás seres que hallas
conocidos en los genios de la literatura del terror, misterio y
suspensos, ¿pensate que has leído todo? jajaja acompáñenme…
You've
come to the library of Cyclops, where
you keep every book of monsters, vampires, follies, murderers, and
other beings find yourself known in the literary geniuses of terror,
mystery and suspense,? pensate that you have read it? join me ... lol
Detrás
de esta puerta secreta, se encuentra unas escaleras, y debajo esta la
biblioteca de los libros vivos, nadie se atrevió a bajar es un lugar
lleno de temor solo yo puedo bajar, ahí hay libros que se han
olvidados por el transcurso de los años, solo se los menciona por
simple comentarios, pero nunca mas sean vuelto a leer, eso genero que
sus personajes cobren vida y conversan entre si allá
abajo.
Escuchas
eso son gruñidos hoy serán los primeros en acompañarme, tomen una
antorcha, bajemos, esta oscuro y húmedo jajaja miren ahí esta
saliendo un libro que esta a punto de leerles…
Behind
the secret door is a staircase, and below this the library of living
books, no one dared to go down is a fearful place I can only go down,
there are books that have been forgotten over the course of the years
, mentions only the simple quote, but never more have been reading,
that genre that his characters come to life and talk to each other
down there.
Hear
that are grunts today will be the first to join me, take a torch, go
down this dark and damp this out there lol look at a book that is
about to read
Mujer Loba
Frederick Marryat. (1792-1848)
Fragmento de el cuento
La
noche siguiente al entierro de mi hermana, estando despierto, percibí
que mi madrastra se levantaba y salía de la cabaña. Esperé un
tiempo, me vestí y miré por la puerta, que abrí a medias. La luna
brillaba y pude ver el sitio donde mis hermanos habían sido
enterrados. ¡Cuál no sería mi horror al
descubrir a mi
madrastra ocupada en quitar las piedras de la tumba de Marcela!
Vestía su camisón blanco y la luna caía plena sobre ella.
Cavaba con ambas manos, lanzando tras sí las piedras con la
ferocidad de una bestia salvaje. Pasaron unos instantes antes de que
volviera yo a mis sentidos y decidiera qué hacer. Noté por
fin
que había llegado al cuerpo y lo levantaba por un lado de la tumba.
No pude soportarlo más; corrí donde mi padre y lo desperté.
—
¡Padre, padre grité-, vístete y toma la escopeta!
—
¡Cómo!—Exclamó mi padre—. Han llegado los lobos,
¿verdad?
De un salto abandonó la cama, se puso la ropa y, a
causa de la ansiedad, no pareció darse cuenta de la ausencia de su
mujer.
En cuanto estuvo listo abrí la puerta, y salió seguido
por mí.
Imagina su horror cuando (desprevenido como estaba para
tal espectáculo) vio, según avanzaba hacia la tumba, no a un lobo,
sino a su esposa que, en camisón, a cuatro patas, inclinada sobre el
cuerpo de mi hermana, le arrancaba grandes trozos de carne, que
devoraba con toda la avidez de un lobo.
Estaba demasiado
ensimismada para darse cuenta de nuestra llegada. Mi padre dejó caer
la escopeta. Tenía el pelo de punta, al igual que yo; respiraba
afanosamente y, por un instante, incluso dejó de hacerlo. Recogí la
escopeta y la puse en sus manos. De pronto pareció que una rabia
reconcentrada le daba el doble de vigor y, apuntando con el arma,
disparó. Con un grito potente,abatida se derrumbó aquella infame
que él había cobijado en su pecho
Investigación Mandrágora Clock
sábado, 19 de marzo de 2016
jueves, 17 de marzo de 2016
Vadik Farias
<Alma afligida>
"Mis manos temblorosas;
débiles,
Este terrible
nerviosismo
engendrado
Por mi corazón al pedirles
A mi voz y a mis labios
cerrados
Un signo de vida vital
por
esas cosas
Tan torpes y frágiles
Que podrían con ayuda del
viento, ayuda poca,
Avivar esta esperanza
moribunda
Machacada y dolida
Por esos pensamientos
ponzoñosos que en mí
abundan,
Alma afligida y perdida.
Tu aura, tu energía, tu fuerza
divina,
Me siento como un
girasol
rotando hacia el sol;
Alimentándose de su
brillo,
luz que alivia
El más oscuro rincón de
esta vida embebida
De inmensos caudales de
soledad e indiferencia,
Pero tú, con gran vigor,
destellas sobre este
cielo,
Mi cielo nocturno lleno
de
retazos pálidos en ausencia
De un humilde amor,
retazos
austeros de arrogante
conciencia
Que ignora la imperante
necesidad de amor, la carencia
De esta alma afligida y
perdida.
¿Sostendrías la mano de
esta asquerosa criatura
Humillada por lo que siente,
envuelta de oscuridad pura
Con el fin de brindar
parte de tu energía
Y llenar su corazón de
piedra
de gratos instantes de
alegría?
¿Aportarías a sus noches y días nublados
Un poco de tu humilde
destello de sol alado?
¿Recogerías sus lágrimas
como delicados cristales
Y los guardarías en tu pecho
como joyas preciosas
Ya que por ti se han
resbalado de su mirada
dolorosa?
Y por sobre todas las
cosas:
¿Lo cubrirías con tu
escudo
Ante las mas terribles cosas
ya que por ti vivir pudo
Con el anhelo de conseguir
lo que el mundo amor
llama?
Puesto que él lo hubiera
dado todo con tan sólo
Si su valor le brindara
la posibilidad
De hablar
para que escucharas,
pero su debilidad
Lo ha conducido a un pozo
de silencio, mudo
y en soledad"
V''''V
Paulo Manterola
Comedia finita est
A su alrededor, había nada más que silencio, a donde
sea que fuera. Solamente el constante ruido dentro de su cabeza lo
trastornaba. Y era este último, no el primero, a decir verdad,
lo que no podía dejarlo discernir claramente sus emociones,
sus pasiones, o los de cualquier otra persona. Era incesante, aquel
ruido. Lo urgía. Hubiera deseado un poco de ese silencio al
que había sido condenado dentro de su alma. No podía
consigo mismo, la mayor parte del tiempo. Tantas cosas para decir;
pocos querían escucharlas, nadie. Insultos, bueno, quejas y
padecimientos, más que cualquier otra cosa. Y todo ese ruido,
desbordándolo. Necesitaba transformarlo en otra cosa, algo más
extraordinario, más noble, tanto más. Los ardores
humanos no merecían ese homenaje. Nada podría saber él
de eso, de todas formas. No descansaba hasta lograrlo. De allí
venían todos sus dolores y molestias. Y finalmente lo lograba,
aunque quizás no siempre podemos ver la grandeza en algo que
al mismo tiempo nos repugna. Suele suceder, así es el ser
humano, sus miedos y su carácter. Eso lo sabía.
Eso que estaba por suceder iba a matarlo.
Eso vino una de esas noches en las que él se sentía
animado, que eran cada vez las menos. Si alguien lo hubiera sabido,
no se lo hubiera perdonado nunca; aunque, de todas formas, quién
podría haber sido capaz de contárselo a otra persona.
Nadie lo creería. Y sin embargo es el miedo, insensato,
invisible, lo que nos detendría.
Se mostró ante él de esa misma manera, podría
decirse; como la inspiración misma, como una musa, de esas que
decían ya lo habían abandonado.
La noche era lenta y el aire estaba pesado. Él se sentía
bien pese a sus dolores, sentado frente a un piano que nada le decía.
Él ya sabía lo que tenía para decir, podía
articular sus cuerdas vocales cómo así lo quisiera.
Dejaba pasar el vino por su deshidratada garganta. No pudo sentir el
hedor cubriendo la habitación, el suelo, los muebles. En todo
caso, tal vez pensara que era suyo. En los últimos años,
había llegado a poder sentir cómo sus órganos se
descomponían poco a poco. Sentía las manos calientes
mientras jugaba con las teclas del piano; la frente le ardía,
y su corazón. Las imágenes de las ondas sonoras se
agolpaban en su cabeza. No vio aquella sombra reptar por sus
espaldas. Sintió apenas unas puntadas en su nuca.
Se sentía magnífico, glorioso. Todas las notas caían
en el lugar correcto. Tantas notas, que apenas si podía
comprenderse a sí mismo, tantas como sonidos había
dentro de su cabeza. Con su mano derecha tomó una pluma y
comenzó a dejarlas caer sobre el papel, mientras la izquierda
no dejaba de moverse. Aquel bello tormento era inigualable para él.
No había nada humano que pudiera desatar tanta pasión
en él. Su mano izquierda parecía tener veinte dedos, o
más. Así de imposible era aquella melodía. Se
sentía excitado. Nadie podría comprenderlo. Hacía
rato que nadie lo comprendía, ni con la novena, a pesar de la
hipocresía burguesa y las modas.
Finalmente, su dedo angular cayó sobre la última de
las teclas que tocaría esa noche. Se sentía afiebrado,
exhausto. Hizo algunas modificaciones a los últimos compases y
comenzó a releer la obra desde el primero. Había
perdido noción del tiempo. Creyó que ya estaría
por amanecer, pero habían pasado apenas unos minutos desde que
se había sentado a tocar. Todavía tenía una
sensación extraña en el cuerpo; los nervios tensos como
las cuerdas del piano, desgarrándolo por dentro. Sus ojos
simplemente no podían comprender lo que estaba leyendo. La
fiebre subía cada vez más. Pasaba las hojas
horrorizado. Después, se desmayó.
Al despertar, la partitura había desaparecido. Se quiso
convencer a sí mismo de que la había destruido momentos
antes de perder la conciencia; quiso convencerse también de
que podría reproducirla nuevamente. Fue inútil. Lo
intentaría, sin éxito, durante el resto de su vida, una
y otra noche.
Ese maldito ruido en su cabeza. Todos sordos a su alrededor. Ahora
él también se sentía así consigo mismo:
ya no era capaz de sosegarse.
Los críticos de todo el mundo lo detestaban. Sus discípulos
le habían perdido el respeto; sus amigos ya no le tenían
paciencia.
Sin embargo, años más tarde, durante sus últimas
horas de vida, todos estaban ahí, compadeciéndose de
esta alma atormentada y delirante. Y fue ahí, postrado en su
cama, enfermo y moribundo, donde volvió a encontrarla.
Una
niña entró a la habitación donde yacía,
con un carillon. El aire se cortó al abrirse la puerta.
Todos se sobresaltaron al ver a aquella chiquita cargando ese objeto
deslumbrante, enorme, pesado. Uno de los jóvenes discípulos
del maestro intentó ayudarla, pero ella lo miró con
recelo. Este retrocedió inmediatamente. Lo cargaba sin
problemas. Se acercó a un costado de la cama, lo depositó
en el suelo, cerca de la cabecera y lo saludó agitando
tímidamente su pequeña mano izquierda y con una sonrisa
algo tétrica, lúgubre. Él no sabía por
qué, pero se sintió terriblemente contento de verla. No
la conocía. Una expresión de alivio colmó su
rostro. Ya no sentía dolor. No más ruido. La besó
en la frente, después tosió y se inclinó al otro
costado de la cama para escupir un coágulo de sangre que le
dificultaba la respiración. La niña, sin comprender, se
echó a llorar y salió corriendo de la habitación.
Él se incorporó, se rió y balbuceó unas
palabras. Les pidió a sus camaradas que lo dejaran descansar
unos instantes. Mientras salían, todos se comentaban por lo
bajo el uno al otro aquel extraño acontecimiento. Una vez
solo, abrió la caja depositada junto a su cama y una música
comenzó a escucharse desde su interior.
No pudo evitar estremecerse. La felicidad, el horror. Se sentía
extasiado y aterrado al mismo tiempo. Cerró la caja tan pronto
como pudo.
Nadie
debía escuchar aquella delicada maraña de tormento,
jamás. No mientras estuviera vivo. Ese carrillon debía
ser destruido.
Comenzó a convulsionar y a toser compulsivamente. Se ahogaba.
La piel se le estaba resquebrajando. La fiebre lo abrazó. La
locura. El fin.
Unos instantes después,
murió.
miércoles, 16 de marzo de 2016
Diego Arandojo
OPINUS
Por Diego Arandojo
Él quería opinar
Desesperadamente
Pero la máquina
No se lo permitía
La máquina
Eran los demás, todos ellos
Que miraban
Con ojos de cámara constante
Filmando
Sin cesar
Él quería opinar
Y decir lo que sentía
Cuando decidió hacerlo
Abrió la boca
Y soltó
Todo lo que necesitaba decir
Un sonido suave
Pero rápido
Entró en su cabeza
Apagó pensamientos
Y recuerdos
La bala
Silenció
A un hombre
Y a su opinión
Mandrágora Clock
Dulces Bocas
En
el bosque
una sombra acabada va deteniendo el tiempo
río de pisadas
yergue la mirada insomne de la luna
descubierto un aullido convocante los ecos antiguos
de los vientos
Entregado en su perpetuidad
un ser atormentado
recorre su perplejidad en un acto bestial
acechando
lentamente a los hombres
que habitan un horizonte lejano –Detén tus colmillos, regresa a tu génesis
a tus principios de ser racional con alimento de madre
natura–Olvida tu savia carmesí
que brota de las venas y esa carne que de lodo fue obrada
por la mano de un dios desconocido
una sombra acabada va deteniendo el tiempo
río de pisadas
yergue la mirada insomne de la luna
descubierto un aullido convocante los ecos antiguos
de los vientos
Entregado en su perpetuidad
un ser atormentado
recorre su perplejidad en un acto bestial
acechando
lentamente a los hombres
que habitan un horizonte lejano –Detén tus colmillos, regresa a tu génesis
a tus principios de ser racional con alimento de madre
natura–Olvida tu savia carmesí
que brota de las venas y esa carne que de lodo fue obrada
por la mano de un dios desconocido
escapa ante el canto mecido de una voz
sagrada
remite su pálida memoria
de un decantado demonio
habitando el eje de una palma
la noche le abre las puntas
y el se profundiza en aguas que bañan
el destino del dios de los infiernos –¡Eres bestia que cobija el cuerpo de los hombres! –¡Eres nombre que retuerce el escenario de la bestia!
siente invadido por el giro
de lamentos
que roban el derecho a los débiles
hoy el festín de la sed
ha caído ante el golpe certero
de la orfebre sospecha de una mano blanca
–¡Oh madre no me abandones! – dijo en un alarido aterrador mirando hacia el cielo–¡Oh madre déjame tomar mi rostro gris de cuerpo alado o de ser arrastra en sus extremidades!
El acto es rito incesante, de lobos danza tras los montes hambrientos de su especie
La madrugada ha dejado el principio de la incógnita y el sueño ha extraído la horca sobre el cuello de la vida, el ser desnudo quedo fagocitado
sobre el instinto de miseria y los hombres han hundido
las cruces en las cuencas vacías de sus necesidades
texto extraído de Lafarium 2004
Walter Cei
Histoire de Merlin'
and other Arthurian romances, Poitiers ca. 1450-1455 (BnF, Français
96, fol. 62v)
'la historia de
Merlin' and other arthurian romances, poitiers ca. 1450-1455 (BNF,
francés 96, fol. 62 v)
Lola Cubero
"Danza macabra", Charles Baudelaire
Como un viviente, arrogante de su noble estatura,
Con su gran ramillete, su pañuelo y sus guantes,
Ella tiene la indolencia y la desenvoltura
De una coqueta flaca de porte extravagante.
¿Se vio alguna vez en el baile un talle más delgado?
Su vestido exagerado, en su real amplitud,
Se vuelca abundantemente sobre un pie seco que oprime
Un zapato adornado, bello cual una flor.
El frunce que juega al borde de las clavículas,
Cual arroyo lascivo frotándose en el peñasco,
Defiende púdicamente de las chanzas ridículas
Los fúnebres encantos que ella sabe ocultar,
Sus ojos profundos están hechos de vacío y de tinieblas,
Y su cráneo, con flores artísticamente peinado,
Oscila lánguidamente sobre sus frágiles vértebras,
¡Oh, encanto de un fantasma locamente emperifollado!
Algunos te tomarán por una caricatura,
Sin comprender, amantes ebrios de carne,
La elegancia sin nombre de tu humana armadura.
¡Tú respondes, gran esqueleto, a mi gusto más caro!
¿Vienes a turbar, con tu imponente mueca,
La fiesta de la Vida? o ¿algún viejo deseo,
Acicateando aún tu viviente esqueleto,
Te impulsa, crédula, al aquelarre del Placer?
¿Con el cantar de los violines, y las llamas de las bujías,
Esperas expulsar tu pesadilla burlona,
Y vienes a implorar al torrente de las orgías
Que refresque el infierno encendido en tu corazón?
¡Inagotable pozo de necedad y de errores!
¡Del antiguo dolor eterno alambique!
A través del retorcido enrejado de tus costillas
Yo veo, todavía errante, el insaciable áspid.
A la verdad, temo que tu coquetería
No alcance un precio digno de sus esfuerzos;
¿Quién, entre esos corazones mortales, alcanza la burla?
¡Los sortilegios del horror sólo embriagan a los fuertes!
El abismo de tus ojos, pleno de horribles pensamientos,
Exhala el vértigo, y los bailarines prudentes
No contemplarán sin amargas náuseas
La sonrisa eterna de tus treinta y dos dientes.
Empero, ¿quién no ha estrechado entre sus brazos un esqueleto,
Y quién no se ha nutrido de cosas sepulcrales?
¿Qué importa el perfume, el vestido o el tocado?
El que hace ascos demuestra que se cree bello.
Bayadera sin nariz, irresistible trotona,
Diles, pues, a estos bailarines que se hacen los ofuscados:
"Arrogantes galanes, pese al arte de los polvos y del colorete,
¡Exhaláis todos la muerte! ¡Oh, esqueletos almizclados!
¡Antinos marchitos, dandis de rostro glabre,
Cadáveres barnizados, lovelaces canosos,
El alboroto universal de la danza macabra
Os arrastra hacia lugares desconocidos!
Desde los muelles fríos del Sena a los bordes ardientes del Ganges,
El tropel mortal salta y se pasma, sin ver
La trompeta del Ángel en un agujero del techo
Siniestramente boquiabierto cual un negro trabuco.
En todo clima, bajo todo sol, la Muerte te admira
En tus contorsiones, risible Humanidad,
Y a menudo, como tú, perfumándose de mirra,
Mezcla su ironía a tu insensatez!"
martes, 15 de marzo de 2016
La sopa de la fortuna infortunio
Bienvenidos
a la cocina, no sean impaciente nuestros cocineros cucarachas están preparando
los coctel de mocos y larvas jajaja.
Pero
mientras esperan por que no se acercan a la olla que les van a interesar mucho
dentro se encuentra la sopa de la fortuna, esta sopa fue creada en la era de
los samuráis en la guerra un rey chino que siempre tenia dudas contrato a un
brujo para que le diga su fortuna, el brujo le tiraba las cartas y le adivinaba
su destino, el rey ordeno que sea mas claro por que las cartas son vagas y
cambiantes así que le ofreció otro elemento que jamás fallaría. El rey
impaciente le ordeno que lo preparara sin ningún tipo de trabas, el brujo saco
una olla y con tres cabezas de africanos, ajo, raíces de serpientes, nieblas,
excrementos de dioses creo esta sopa como verán estas tres cabezas son el presente
el pasado y el futuro, sus tamaños representa las emociones aquellos que los
ven si son fuertes cambian de tamaño y
revelaran como son en realidad y si la cabeza del futuro es muy grande tendrán
mucha fortuna, amores y encuentros, su vida serán felicidad pero si en pequeña tendrán
la mala suerte por toda la eternidad y sufrirán desgracias que ningún ser
humano puede soportar jajaja. Una cosa muy importante en el fondo de la sopa
hay una cabeza durmiendo, nunca sale a la superficie las tres cabeza flota a su
gusto y si la del presente o la del futuro se queda quieta de la cuarta cabeza
se despertara y no podrán evitarlo ya que esa cabeza en la muerte. Si quieren
saber que le paso al rey… bueno su presente despertó aquella cabeza dormida
jajajaja….
lunes, 14 de marzo de 2016
Luces, Cámaras...Acción
Los estaba esperando, yo ya traje las golosinas insectos mal olientes con sabor a vainilla y mi amigo el verdugo trajo las bebidas olorosas que recolecto en los pozos de alquitrán jajaja saquen un esqueleto y siéntense que la función ya va a comenzar, pero tardara un poco ya que la momia esta desenredando la cintas jajajaja…
I've
been waiting, I already insect suit smelly treats vanilla and my
friend the executioner brought the drinks fragrant I gather in the
tar pits lol sit take out a skeleton and the function is about to
begin, but it will take a little since this unraveling the tape mummy
lol
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