Una
vez habite un barco fantasma
Pero
nunca me acostumbre a el
Sus
perversiones me empadronaron con el mal
Pasiones
temor caían
Como
alma sin lágrimas
Sufriendo
la caricia del pecador
Ya
no hay nada vivo de mi me dije
Perdón
objeto divino se
Incinera
en el último escalón
Se
entremezcla con el
Aullido
de la belleza
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