JUGANDO EN EL
INFIERNO
Los niños
Ya nadie los
conoce
El temor
transfiguro sus rostros
Y se volvieron
monstruos con ojos de pirañas
Entre las calles
Con sus orejas
repletas de aullidos
Sin mas ropas
que sus pieles
Ya no se ocupan
de sus horas
Solo se comen
entrañas de adultos
Que caen
entre los muros
de las noches
de las aves
moradas
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