martes, 27 de mayo de 2014

Vadik Farias

                                          


Extremaunción

  
De una amarga y eterna noche

 eres dueño

 Yaciendo inmóvil, a mi lado

quedándote, Atrapado, tal vez, en un oscuro

sueño Con la preciosa necrosis

devorándote.



 El delicioso néctar de tus

venas ya no existe,

Y la luna con bajeza

 permanece alumbrándote

Volviendo tu sombrío cuerpo

color nixte

 En una lúgubre cama, en un

sueño ahogándote.



 Con una admirable sonrisa,

 deformada quizás,

 Te despides de mí y de tu vida

ya deshecha

 Porque por culpa de los

gusanos abono serás,

Mientras que la Muerte a mí

 también me acecha.


                                           

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