lunes, 13 de mayo de 2013

El Doctor CLOCK


Un regalo del tío Alberto


Por el Diego Ollero 


En cuestión, siento que mi cuerpo se desdibuja en un cementerio, a veces ¡siento una necesidad de comer mermelada! y….si lo admito! ese frasco de grumosa, dulce, y esponjosa mermelada que me regalo mi primo hace dos días.
El me lo envío por correo, con una nota que decía - Federico te doy este paquete que me encomendó el tío Alberto, con todo el afecto que te tenia cuídalo – al principio pensé lo peor pero cuando lo abrí, - que podía pensar de ese viejo tacaño y apestoso de mi tío- pero… !NO LO PODIA CREER!...... era un frasco de mermelada tenia rico olor como un descampado de ríos que neutraliza el tiempo – pobre tío Alberto es un gran tipo, tan generoso con sus sobrinos - Lo probé y de pronto, todo se altero, ahora mi visión de las cosas estaba transformada, ahora era un soldado que viajaba por los siete mares. Ese sabor podía viajar por los tiempos, comencé a cosechar todo mi campo, tenia la fuerza de siete toros pero, todo termina con una puñalada ,al concluir camino sin rumbo, crece la debilidad, mi cara se pone pálida, siento los pies como un mármol y mi cuerpo una calavera perdido en el inframundo, el estomago hinchado, creo que la única formula para sentirme mejor era la mermelada, me prepare unos panes y mi cuerpo se volvió a transfigurar y empecé a seguir, como un caballo de Trolla, trabajando sin parar de pronto llega mi cuñado y le doy de probar y sintió lo mismo como una fortaleza imparable –¡cuñado, esto es increíble!- me dijo - esto hay que cerebrarlo – ese día invitamos a todo el pueblo, una gran fiesta con mermeladas y mate, pronto todos éramos maquinas y no parábamos de trabajar ……….
Hoy todo es lo contrario , un pueblo fantasmal donde solo habitan sombras, la gente se arrastraban por el suelo como si repentinamente nos atacara una epidemia que lograba olvidar el destino, pero sabia que al comer ese manjar todo iba a cambiar, corrí como pude, pero cuando abro la heladera, ¡no había mas!, ante la desesperación registro con violencia por todos lados caí, al suelo y las lagrimas devoraban mi historia hasta que surge la idea de llamar a mi primo y pedir que me enviara mas .néctar del tío Alberto .Cuando escuche … esas palabras….no pude detenerme….caí al suelo nuevamente y mi boca se lleno de espuma viscosa lamiendo los espejos de la muerte al enterarme que la mermelada en realidad era mi tío Alberto…







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